jueves, 19 de enero de 2012

WU-WEI

El hombre de la virtud perfecta, cuando descansa no tiene pensamientos; cuando entra en acción no posee ansiedad. No reconoce el bien y el mal, lo bueno ni lo malo. En el interior de los Cuatro Mares donde todo sirve... ahí reposa. Los hombres se aferran a el cómo niños que han perdido a sus madres; se reúnen a su alrededor como viajeros que han equivocado su rumbo. Posee riquezas para ahorrar pero no sabe de dónde provienen. Tiene alimentos y bebidas más que suficientes, pero no sabe quien los suministra...
En época de perfecta virtud los hombres buenos no son apreciados; el talento no es visible. Los gobernantes son simples guías, mientras las personas son tan libres como el ciervo salvaje. Son honrados sin ser consientes de las obligaciones hacia sus vecinos. Se aman mutuamente sin ser conscientes de la caridad. Son honrados sin ser conscientes de la buena fe. Actúan libremente en todas las cosas, sin reconocer obligaciones hacia nadie.

Así sus actos no dejan huella; sus asuntos no pasan a la posteridad.

Chuang Tzu


No hay comentarios:

Publicar un comentario